"En el deporte las cosas cambian muy rápido". Esta es una de las frases más repetida por Rafael Nadal, que hace apenas 20 días se veía lejos de volver a jugar al tenis y hoy afronta con optimismo el Masters 1000 de Roma (8 al 19), como última parada antes del gran objetivo de Roland Garros.
El 10 de abril aterrizaba en Barcelona, junto a su equipo, para ver a su médico Ángel Ruiz Cotorro y cambiar de aires. "En Manacor estaba perdiendo con los chicos de la Academia", contaba.
Nadal se fue probando sobre la tierra del RCT Barcelona y decidió participar en el Godó. Jugó dos partidos con el freno de mano puesto. No podía estar más de dos horas en pista. Por eso llegó a Madrid con dudas de poder ser competitivo. "Saltaré a la pista porque es mi última vez en Madrid, así no jugaría en Roland Garros", avisaba un día antes de debutar con Darwin Blanch.
Un partido, dos partidos, tres partidos y Rafa fue de menos a más. Pasó de no poder tolerar cargas de más de 120 minutos a tumbar a Pedro Cachín tras 3 horas y 4 minutos.
Nadal abandonó el miércoles, entrada la madrugada, las instalaciones de la Caja Mágica. Después de caer con Jiri Lehecha y recibir el homenaje del torneo, con lonas conmemorativas de sus cinco trofeos y otra copa de recuerdo, recibió en los vestuarios a sus más allegados.
Una hora después, acudió a la sala de conferencias. Dejó varias mensajes claros. El primero fue que su paso por el Mutua Madrid Open le relanza en sus aspiraciones de volver a ganar en Roland Garros.
He dado pasos adelante en todos los sentidos y ahora tenemos que consolidar estos avances
En apenas una semana, el balear pasó de asegurar que en las condiciones actuales no jugaría nunca en la tierra francesa a retrasar la decisión a la conclusión de Roma. "He dado pasos adelantes en todos los sentidos y ahora tenemos que consolidar estos avances. Llegué a Madrid con dudas en todos los sentidos y me voy con menos dudas. El primer set con Lehecka ha sido el mejor que jugué desde que volví a competir. Es el día que estaba mejor posicionado en pista.", argumentaba.
El campeón de 22 grandes ha pasado de ver el vaso medio vacío a verlo medio lleno. De hecho ni tan siquiera se atrevió a descartar su participación en la fase final de la Copa Davis (19 al 24 de noviembre). "La Copa Davis no está descartada al 100 por 100. Ahora mismo es una utopía. No quiero decir palabras que vayan en mi contra".
Nadal pondrá este fin de semana rumbo a Roma donde debutará en las pistas del Foro Itálico el próximo jueves 9 de mayo. "Es otro torneo especial en mi carrera. He ganado diez veces", recuerda.
Al no ser cabeza de serie, tendrá que jugar desde la primera ronda. Será el test final antes del último viaje a Roland Garros: "Lo de París lo diré después de Roma". En la capital italiana aspira a llegar a la cifra redonda de 100 cuartos de final en torneos de categoría Masters 1000, algo que nadie ha hecho antes.
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